Del
gran teatro que constituye el proyecto #Convivencia y sus integrantes, no me
asombra nada. Quienes queiren creele el cuento, porque así les endulza el oído,
bueno, se sientes menos frustrados y es normal que los apoyen haciendo caso
omiso de la realidad tan obvia de que son simplemente una cuadrilla que han
encontrado una manera casi eficiente de vivir del cuento, y sin lograr no mucho
más que reunirse a hablar entre tres o cuatro de ellos las mentiras que les
conviene a todos creerse.