jueves, 20 de abril de 2017

Universitaria

Tomado de PostCuba
Por. Ileana González.
“Callando es como se aprende a oír; oyendo es como se aprende a hablar; y luego, hablando se aprende a callar.” Diógenes El Cínico.
Las pasiones se desatan, los hipócritas se solidarizan, los oportunistas se escandalizan, los egocéntricos estallan en opiniones cargadas de sus “verdades absolutas”, los ilustrados y en otras épocas incomprendidos vociferan sus experiencias personales, la contrarrevolución exaltada aprovecha para utilizar revolucionarios en pos de autentificar sus ataques al estado y sus instituciones. Una “inocente” estudiante de 18 años ha sido expulsada de la Universidad de Villa Clara, ese es el hecho en que se han unido para censurarlo, “el noble y el villano, el prohombre y el gusano que se han dado las manos sin importarles la facha”.

Derecho a opinar tiene todo el mundo, por mi parte he esperado conocer más elementos sobre este caso, para pronunciarme, pues lo que algunos apresurados juzgaban como una injusticia, consecuencia de una política de estado excluyente y sectaria, me chocaba contra el hecho de que el hijo de Reinaldo Escobar y Yoani Sánchez, reconocidos contrarrevolucionarios, ingresó a la Universidad de La Habana en el 2014 sin impedimento alguno. No ha sido expulsado, ni se tomó en cuenta que uno de los blancos preferidos de su madre ha sido precisamente el sistema educativo cubano, al que ha denigrado utilizando toda clase de mentiras. No me extiendo más sobre el mercenarismo de quien es bien conocida. Por eso preferí callar.
Ahora  puedo pronunciarme sin ninguna vacilación en apoyo a la medida tomada con Karla María Pérez González.
Reproduzco íntegramente el artículo, “Argumentos de verdaderos revolucionarios”, publicado en el sitio, “El joven cubano” . Para mí, convincente.
A continuación, su texto.
En estos días se ha generado un debate en las redes sociales a partir de la solicitud de la FEU en la Universidad Central de Las Villas de expulsar de esta casa de altos estudios a la estudiante de 1er año Karla Pérez González, por ser miembro de la organización contrarrevolucionaria Somos+. La universidad y el estudiantado tienen suficientes argumentos para adoptar una posición revolucionaria.
La joven, que escribe desde el pasado 2016 en el blog de esa organización, ha reforzado su presencia en el ciberespacio bajo el seudónimo de Oriana. El 7 de abril del 2016, siendo aún estudiante del preuniversitario, publicó sobre el ingreso a la Educación Superior y en torno a su aspiración por estudiar la carrera de Periodismo.
«¿Y el engaño vendido a nosotros sobre la falta que hacen periodistas en Cienfuegos?… Parece que prescinden de la verdad. Parece que temen a lo novel de mi generación, a sus inquietudes, a su rebelión sensata»
Desde ese entonces manifiesta su posición al aludir a un periodismo enemigo de la Revolución, que escribe en medios que abiertamente están al servicio de la contrarrevolución y que son financiados desde el exterior.
Esta opinión se vio reforzada cuando el 19 de abril insultó el periodismo cubano al dudar de las competencias profesionales de quienes lo hacen. «…me encuentro frente al órgano o la repetidora oficial del Partido Comunista de Cuba…Busco algún periodista que combine inteligencia y verdad, fiel a su trabajo y no a las imposiciones del gobierno (…) entonces no somos ni tan maestros ni tan periodistas».
En esas mismas líneas convoca a los jóvenes a manifestarse en contra del proyecto social cubano, al expresar: «Entristece el alma de los que soñamos con intensidad con un futuro próspero de nuestra Patria, ver cómo las semillas más frescas y valiosas de la Cuba actual, eligen quedarse atrapados en la “inacción” … ¿No es más hermosa la rebelión inteligente y moral, por la búsqueda de un suelo y un cielo libres?
A esa misma juventud nos tilda de dormida, ignorante, cobarde, carente de educación cívica y política, y frustrada por «la mala gestión de una “Revolución” conservadora que desmotiva y engaña» … ¡Qué poco nos conoce! Somos una juventud inquieta, rebelde, defensora de los más altos valores humanos, con sus propios sueños y proyectos, conscientes -y coincidimos con ella- de que la felicidad está en Cuba, una Cuba perfectible pero inevitablemente abrazada a los principios del socialismo, camino que hemos elegido.
Karla, incluso, en nombre de la organización contrarrevolucionaria a la que pertenece, alentó e invitó «a los “Pinos Nuevos” y nacientes a la persecución íntegra de sus metas y objetivos, que solo puede iniciarse desde un cambio más profundo, más de raíz, cuando se oigan todas las voces y nuestras ideas cuenten».
Propugnó así una posición abiertamente reaccionaria ante la que no podemos quedarnos de brazos cruzados, principalmente para demostrar que no estamos inactivos e impulsamos el proceso revolucionario.
El 2 de agosto vuelve a atacar con más fuerza a nuestros periodistas, tildándolos de representantes y siervos a muerte del único partido existente en Cuba. ¿Acaso criticó la misma formación que ella recibiría y que la dotaría de herramientas para actuar de forma diferente a los profesionales que juzga?
Una semana después se refirió a un supuesto Plan Nacional de Becas, que no existe, gracias al cual dijo haber obtenido la carrera que tanto ha atacado. ¡Qué ignorancia muestra cuando desconoce nuestro sistema de ingreso a la Educación Superior! Plan de Becas es un término copiado de un modelo ajeno a nuestra realidad, en la que todos nuestros bachilleres tienen la oportunidad de obtener una carrera universitaria, siempre que demuestren su preparación.
No culmina el material sin antes incitar a sus coetáneos. «…rebélate desde la sensatez y reconoce que somos nosotros los que podemos brindarle a la Patria una nueva oportunidad: la de crecer»
El 30 de septiembre, ya desde su posición como estudiante universitaria, se autodenominó representante de la juventud dormida y temerosa de la que habló anteriormente. ¿Será ella la única despierta y valiente entre tantos jóvenes? En ese texto sobre la conceptualización del modelo económico y social cubano, al que ni siquiera llama por su nombre, mostró desconocimiento en torno al tema.
Apuntó que es un documento antidemocrático e inconsulto, cuando en realidad fue debatido en todos los espacios de diálogo abierto a la participación popular, incluso, a nivel de barrio; además, estudiantes de su propia institución académica diseñaron y pusieron a disposición de todos los jóvenes cubanos una aplicación para celulares que contiene de forma interactiva la información de estos y otros documentos afines. Igualmente, desconoció las más de 200 mil propuestas salidas de la consulta con el pueblo.
Por si fuera poco, ofendió a la juventud cubana acusándonos de burlarnos del ideario martiano, hecho inconcebible para los revolucionarios reales, que no son los mismos a los que ella enarbola. Otra muestra de su desconocimiento de la obra del Apóstol es la asociación que hace del pluripartidismo bajo la visión martiana, cuando fue Martí quien creó el Partido Revolucionario Cubano (del cual es heredero el Partido Comunista de Cuba) para unir voluntades, ideas y principios en una misma organización que defendiera los objetivos de lucha.
El 28 de enero de este año dedicó sus equívocas líneas a José Martí, llamándolo «el culpable de mis ahoras» y valorándolo a su conveniencia. Lo despoja de su condición de patriota defensor de nuestra isla, atribuyéndole muchas patrias y a la vez ninguna. «Sufro con el hoy, con ese miserable hoy donde te pierdes en una humanidad cobarde y detenida, donde no te convertiste en millones como quisiera y querías, donde tus armas- esas liberadoras- no se utilizan, donde te alaban, pero pocos convierten tus lecciones en acción…La culpa del ahora mío, es de usted».
Hoy, Karla u Oriana, como queramos decirle, deberá mantenerse firme como declaró en su primer trabajo, pero no para conseguir el tipo de cambio al que aspira utilizando muchas veces su papel de víctima de un sistema supuestamente injusto y excluyente, sino para aceptar que su estrategia seguirá fracasando mientras existan jóvenes preocupados por el destino de nuestra sociedad socialista. Ella no es ni será la heroína que planificó hace casi un año, por lo menos no la de nuestros jóvenes verdaderamente revolucionarios.

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