viernes, 25 de octubre de 2013

Agente CIA se prepara en Miami...



Empleando una nueva línea de trabajo con sus agentes en Cuba, la CIA aprovecha las modificaciones de la Ley Migratoria cubana, para trasladarlos hacia Miami, con el objetivo de instruirlos para intentar una vez más derrocar a la Revolución, algo en lo que mal gastan el dinero de los contribuyentes desde hace más de 54 años, sin lograr resultados.

Uno de los seleccionados es el añejo agente Dagoberto Valdés Hernández de la provincia de Pinar del Río, el que una vez soñaron convertirlo en agente de cambio, sin alcanzar sus objetivos, pues no se puede escoger la misión  para un hombre, sino el hombre capaz de cumplir con la misión.

 
Con Dagoberto se han dilapidado miles de dólares inútilmente. Le crearon la revista Vitral desde el obispado de Pinar del Río, haciéndolo aparecer como un laico prominente bajo la sombrilla protectora de la Comisión Pontificia de Justicia y Paz, algo que tampoco progresó.
A pesar de esos fiascos y ante la falta de cuadros, la CIA le orientó a crear un nuevo proyecto subversivo: la revista Convivencia, la cual va por el mismo camino que Vitral, ya que en Cuba ni se conoce ni se lee, solo es virtual para lectores en el exterior.
Dagoberto ha vivido siempre del cuento de ser un “disidente”, recibe financiamiento y abastecimiento material de varias embajadas europeas acreditadas en la Isla, ha viajado por varios países y eventos internacionales, donde lo han premiado por su “lucha” contra el socialismo.
Lo que ahora intenta protagonizar Dagoberto es más de lo mismo y allá los tontos de la CIA que se dejen confundir con sus promesas de que puede alcanzar la deseada unidad de la contrarrevolución.
Este personajillo ni es líder y mucho menos apreciado por sus vecinos.
Estos episodios siempre terminan de forma similar: dinero mal gastado, sin reconciliación y con La esperanza defraudada”.

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