Una vez más frente a la arrogancia del Señor Dagoberto Valdés Hernández.
Los que recordamos los cursos impartidos por la Iglesia Católica en Pinar del Río, saben el reconocimiento a los aportes de ética y cívica a los cuales se sumó el Señor Dagoberto Valdés con un grupo de laicos comprometidos en aquel entonces.
Recientemente tuve el gusto de leer en la revista Convivencia, un artículo de María del Carmen Gort, donde comenta sobre el lanzamiento del libro “Ética y Cívica”, bajo la autoría de miembros del equipo, incluyéndose el Señor Dagoberto Valdés, atribuyéndose y apropiándose de poderes con la publicidad de trabajos ajenos, a título propio de Convivencia.
Señor Dagoberto Valdés, Dios nos enseña y ha demostrado que la rectitud protege al hombre recto y la maldad lleva al malvado a la perdición. Su proyecto no ha hecho más que aprovecharse de conocimientos ajenos, no es más que un engaño. El camino de los traidores no lleva a ninguna parte, no pretenda con el plagio escalar posiciones con material legítimo de la institución religiosa, si eres sensato serás apreciado, si eres justo brillarás. Gallardo tu lámpara se apaga porque sólo produce peleas, no se otorgue méritos que no le pertenecen, porque lo que es falso dura sólo un momento y la verdad sale a la luz, se instala para siempre. Su altanería lo llevará a la caída.
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