viernes, 29 de julio de 2016

El Tanque de Dagoberto Valdés



Por Liborio de Veras
Dagoberto tiene un tanque. No es un Sherman o un Abram, aunque si es un arma de guerra. Es un tanque de “pensamiento”, prefiere llamarle “Think Thank” por tradición y compromiso.
El Tanque de Dagoberto tiene dos compartimentos, uno para los pensadores de la isla y el otro para los caviladores de la diáspora asentados en Florida, EEUU. No por ser parte de un todo, los compartimentos funcionan como vasos comunicantes, hay muchos intereses personales subyacentes, muchas aspiraciones y sobretodo, muchas ambiciones.
Por estos días, los dos componentes se han reunido en Miami, sin mucho ruido pero con todas las facilidades en la Universidad Internacional de la Florida. ¡Qué empeño el de Dagoberto con su Tanque! ¿Será que funciona con combustible o con dinero del contribuyente norteamericano?

El tanque cuenta con un “Consejo Académico” con sobrados méritos políticos anticastristas y pocos realmente de carácter académico y científico. Aunque profesionales, no cumplen con los requisitos que en el mundo se toman como base para considerar o calificar a un profesional como Académico o Científico. ¿Dónde publican sus trabajos investigativos, qué asuntos tratan, a qué problemas científicos dan respuesta, cómo se traducen los resultados tangibles de estos?  Si no hay respuesta positiva, loable, el Tanque de Dagoberto es más de lo mismo, bla, bla, bla…
No obstante, los “patriotas” del Tanque de Dagoberto se afanan en discutir “el futuro de la Cuba que ellos desean”. Tanta es su aspiración, que diseñan su economía de libre empresa y libre mercado, disertan en temas de derecho, hacen “aportes” en temas de agricultura, educación, medio ambiente etc. No importa que no sepan nada de ello, que no sean especialistas, que no tengan datos estadísticos reales y necesarios para cualquier estudio serio. Ellos están diseñando el futuro de la Cuba Capitalista próspera y sustentable. Es tal el atrevimiento y la falta de respeto al pueblo cubano de Dagoberto con su Tanque,que aspira a redactar la“nueva Constitución de la República”, como si en este país no hubiese una historia de grandes patriotas verdaderamente constitucionalistas. ¿Será que tanto empeño de Dagoberto tendrá que ver con el compromiso con determinados círculos de poder de la política de EEUU, tendrá que ver con la visión que le vendió a Obama en La Habana? “El que paga manda”.
Pero el Tanque de Dagoberto no solo lleva en los compartimentos a sus engolados académicos, también necesita ser creíble y para ello existe una suerte de sedimento inocuo en el fondo, un relleno que conforman “los patriotas de Convivencia” que dan la sensación de grupo compacto y funcional, de esfuerzo colectivo. En verdad se esfuerzan (a su manera claro, con poco esfuerzo y especialmente sin trabajo).
Es interesante realmente, este relleno hace todo lo humanamente posible por saber o creer que sabe, pero eso no importa, al final lo imprescindible es que se alague a Dagoberto y que haya una buena oferta gastronómica en la casa del Villamil. Este aguerrido colectivo y su conductor solo necesitan para ser parte del Tanque, negar todo mérito de la Revolución y sus dirigentes para convertirse en tripulante de número, sin voz ni voto, pero tripulante al fin.

Dagoberto y su Tanque están condenados a la derrota mucho antes de que comience el combate, es inoperante, no tiene valor ni experiencia, carece de ideales y principios sólidos, no cuenta con la autoridad moral y sobretodo, es totalmente irrespetuoso con el pueblo cubano que no olvida ni olvidará a su historia, que sabe sobremanera que siempre existirán traidores y anexionistas que se venden al mejor postor.

Parece que definitivamente Dagoberto en su rol de Tanquista ya se ha desenmascarado y se ha expuesto como el contrarrevolucionario oportunista y solapado que siempre ha sido.

Continuará.

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