Detalles de un plan golpista que incluye violencia en las
calles y ataques a unidades militares, con el fin de generar un
escenario propicio para la intervención militar extranjera, fueron develados por el dirigente bolivariano Diosdado Cabello.
El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV), hizo públicas anoche en el canal Venezolana de Televisión,
grabaciones de conversaciones entre dirigentes de la oposición
ultraderechista, que revelan la magnitud violenta de los planes, a
ejecutarse a corto plazo.
En las conversaciones grabadas -difundidas la víspera en el programa Con el mazo dando–
aparecen los políticos opositores de la derecha Roberto Enríquez y
Oswaldo Álvarez Paz, miembros del partido Comité de Organización
Política Electoral Independiente (Copei).
También se revelaron comprometedoras conversaciones de Eduardo
Vetancourt, exoficial de la antigua Dirección General Sectorial de los
Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip); el coronel Zomacal
Hernández, el dirigente de Primero Justicia, Julio Borges, actual
presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), y el senador
estadounidense de origen cubano Marco Rubio, entre otros.
En las conversaciones, Vetancourt -quien se encuentra prófugo de la justicia venezolana-, sugiere
activar acciones violentas ‘vecino contra vecino’, que incluye la
utilización de explosivos C-4 y mechas, para ‘remover al gobierno por la
fuerza’ e impulsar uno de facto, conformado por representantes de los partidos tradicionales Acción Democrática y Copei.
Se conoció además, en la propia voz del exagente de la Disip, que se
estaba organizando una fuerza de choque integrada por 98 hombres, a los
que se les pagarían dos millones de bolívares a cada uno (cerca de 500
dólares al cambio informal), quienes se ocuparían de crear disturbios de
manera violenta.
Por su parte, el coronel Zomacal -ya bajo arresto- confesó
ser el coordinador de la participación militar y el encargado de manejar
los explosivos C-4 para generar caos en las calles y atacar
instalaciones militares, entre ellas el Fuerte Tiuna y el Casco Central de Caracas.
“Tenemos 88 policías -declaró Zomacal-, pero necesitamos 120 (…)
porque debe haber un grupo detrás de la marcha de María Corina (Machado)
para que vayan saqueando. Queremos hacer creer ante la opinión pública
nacional e internacional que el pueblo tiene hambre”
El exmilitar reveló que grupos violentos infiltraron a colectivos
adeptos al gobierno bolivariano, y confirmó la participación de
militares golpistas vestidos de civiles, en una marcha de oposición. “Algunos tendrán que salir y otros tendrán que morir”, enfatizó el excoronel Zomacal.
Cabello explicó que este plan golpista está articulado, desde hace
tres años, con ejes de poder del gobierno estadounidense, cuando el
exjefe del Comando Sur, John Kelly, asomó la posibilidad de una
intervención militar en el país.
Las acciones subversivas fueron desmontadas por la Operación Escudo Zamorano 2017, que incautó también municiones y explosivos.
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