La nueva prensa
El proyecto de la CIA
Génesis, dirigido a provocar o al menos a contribuir a la derrota de la
Revolución Cubana, ha sido tema de debates, conferencias, charlas en
universidades cubanas y de otros países
Autor: Raúl Antonio Capote | internet@granma.cu
22 de septiembre de
2016 23:09:48
El proyecto de la CIA
Génesis, dirigido a provocar o al menos a contribuir a la derrota de la
Revolución Cubana, ha sido tema de debates, conferencias, charlas en
universidades cubanas y de otros países. El enemigo mimetizando, aprendiendo de
la derrota y buscando variantes más efectivas, continúa su desarrollo; hoy
extiende sus tentáculos por varios lugares y de diversas formas.
Existen alternativas
posibles a Génesis. La denuncia del 2011 a través de la serie Las Razones de
Cuba fue un duro golpe a esos planes; otros proyectos similares han surgido por
doquier. Las nuevas condiciones internacionales y nacionales les han permitido
variaciones tácticas, pero la estrategia continúa siendo la misma.
El uso de nuevas
plataformas mediáticas, la aparición de sitios, portales, revistas,
aparentemente inofensivas, de perfil bajo, están ancladas firmemente en
estereotipos probados de guerra cultural. El pago a periodistas mediante
estrategias para atraer a personas con prestigio en el mundo de la prensa
cubana, la aplicación de técnicas probadas de mercadeo que permiten una rápida
difusión de los materiales elaborados por estos, formas de pago superiores, por
mucho, a las posibilidades de nuestros medios, el enmascaramiento de las
reales intenciones tras una supuesta postura crítica y de libertad de
expresión, son algunas de las nuevas tácticas aplicadas. Siempre han pagado a
los mercenarios de la pluma y la palabra, solo que ahora pagan un poco más y
enmascaran las intenciones para adormecer la ética de algunos y darles la
posibilidad de autojustificar el suicidio ético.
En el mundo de hoy
casi nada es espontáneo, mucho menos lo que ocurre en Internet, y menos aún en
las redes sociales. Recuerdo los días previos a la salida al aire de la denuncia
conocida como Las Razones de Cuba en el 2011; el capítulo final estaba listo
para transmitirse por la televisión el 4 de abril y le comenté a Iroel Sánchez:
creo que debemos imprimir y guardar todo lo que aparece en Google sobre el
agente de los Órganos de la Seguridad del Estado que aparecerá en la denuncia.
Fue una acertada idea, porque horas después de la revelación pública contra los
planes del gobierno de Estados Unidos y en especial de la CIA contra Cuba,
miles de menciones, cientos de artículos, comentarios, escritos por o sobre el
intelectual, supuestamente contrarrevolucionario ahora conocido como
combatiente revolucionario, desaparecieron como por arte de magia y había
dejado de existir en Internet.
Equipos de trabajo
dirigidos directamente desde los centros de operaciones de guerra sicológica de
los servicios especiales de Estados Unidos preparan y llevan adelante los
planes contra Cuba. El rumor prefabricado, la calumnia, la falsa noticia, todo
es utilizado para crear zozobra, sembrar el desengaño, la duda, el miedo, la
confusión; las redes sociales son manipuladas ampliamente y se construyen
líderes de opinión espurios que trabajan con perfiles falsos, equipos de una
decena de personas, comparten uno o varios seudónimos. Algunos de esos
cibermercenarios cuentan con varios perfiles, verdaderos maestros del chisme,
del rumor y de la mentira surgidos de esas filas.
Se trata de un
sistema bien articulado, actúan sincronizados sin importar la imagen o el
disfraz mediático que utilicen; todos trabajan con el mismo objetivo y obedecen
las órdenes del mismo amo.
La intentona de crear
una blogosfera contrarrevolucionaria no dio resultado. La creación de una
plataforma cubana de blog y el surgimiento de una blogosfera revolucionaria
convirtió ese escenario en muy complejo para los enemigos de la Revolución. La
llamada «Prensa Independiente» formada, entrenada y pagada desde Estados
Unidos, a través de la SINA en La Habana, no logró nunca ser creíble;
desprestigiada y disminuida entró en una crisis sin salida y dejó de ser útil.
El cambio de
estrategia contra Cuba, motivado por el fracaso de más de 50 años de planes
para derrotar a la Revolución, tiene como base la creación de una pequeña y
mediana clase burguesa opuesta a la Revolución; se dirige a organizar sectores
socialdemócratas, neoanexionistas y plattistas, y a personas desconectadas de
la realidad del mundo en que viven y del país.
Esta clase, esta
nueva contrarrevolución necesita de una nueva prensa, necesita de una prensa
de alquiler, requiere comprar periodistas, conciencias, «convencer» a algunos
con los argumentos del pensamiento neoliberal, con las argucias del fin de la
historia, del hombre de Musil, el nada vale y todo se vale, el sálvese quien
pueda, esencia de la doctrina burguesa primigenia.
La densa red de
medios y redes sociales tejida en torno a Cuba con aliados internos y
colaboradores, gente que un día es capaz de escribir en la prensa popular
revolucionaria, en Granma, Juventud Rebelde, u otros y al siguiente en la
prensa enemiga; gente capaz de negar lo que afirmaron con fuerza horas antes,
por conveniencia; gente que piensa y escribe según el dictado de quien le pague
más; gente que escribe para medios privados al servicio del capital, tiene un
único fin, de-sacreditar al Estado revolucionario, debilitar los pilares que
sostienen la institucionalidad de la Revolución.
Cuadros jóvenes de la
UJC, la FMC y el PCC son blanco de campañas bien organizadas, preparadas
meticulosamente, articuladas desde los grandes medios y desde los digitales de
última creación, que actúan de conjunto para construir una imagen negativa de
los cuadros revolucionarios, los intelectuales, los artistas comprometidos con
su pueblo y su Revolución.
Necesitan «sacar del
juego» a personas como Randy Alonso, Iroel Sánchez y tantos otros periodistas
y comunicadores sociales que no alquilan su vergüenza y su honor; necesitan
desacreditarlos a como dé lugar y para eso se valen de los recursos más bajos
del jornalismo paparazzi, les hacen blanco de sátiras en las redes sociales,
tergiversan lo que dicen y usan la mentira sin recato.
El blanco es la
Revolución y sus defensores. La estrategia de «golpe suave» establece como una
de sus reglas fundamentales destruir los pilares básicos que sostiene el Estado.
¿No es eso lo que están intentando hacer?
Verdades, medias
verdades, mentiras flagrantes, calumnias, rumores, lo «mejor» del arsenal
propagandístico contrarrevolucionario se mezcla en una pesada andanada; mentir,
mentir y volver a mentir, el dinero fluye de las arcas del imperio y hay almas
que se venden barato.
El blanco es la
Revolución y su futuro inmediato, por eso no quieren dejar piedra sobre
piedra; por eso intentan sembrar la confusión, el desaliento, la
desmovilización; por eso promueven el egoísmo, la falta de fe, la baja autoestima
nacional.
Los jinetes del
apocalipsis cabalgan por la Isla, no importa el nombre que lleven, no importa
el disfraz que se pongan, las máscaras que usen; son los mensajeros de la
restauración del capitalismo, única forma de intentar destruir a la Revolución
y, al fin, robar el alma de Cuba.
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