Por. Juan Armando Bravo
Conocida
es ya la historia de las relaciones entre el amo imperialista y sus asalariados
dentro de la Isla.
Conocida
es la historia sobre la ruta del dinero “Los dineros” que promueven y mantienen
los ridículos proyectos de la contrarrevolución externa e interna.
Esta
ruta que comienza con una bolsa en Miami a la que va a parar gran parte de este
capital y que con el decursar de los años ha enriquecido a los padres, los
hijos y ahora a los nietos del amo.
Dentro
de Cuba se ha comportado de manera similar, ejemplo de ello lo es la figura de
Dagoberto Valdés Hernández, con quien comenzó la película de los premios para
hacerles llegar sumas de dinero, la mayoría de la cual ha utilizado en su
beneficio personal, sus hijos y de su pareja de turno.
Las
aperturas de las leyes migratorias por el gobierno cubano han hecho más visible
este nepotismo-oportunismo.
Otro
ejemplo lo es Raúl Risco Pérez,
transitando de proyecto en proyecto a la caza de unos centavos que le permitan
igual elevar sus niveles de vida y de su familia.
El
tránsito del dinero nos hace llegar a los nietos del amo, los hijos de estos
autodenominados opositores, aun cuando no les interesa ni aportan nada a sus
proyectos, reciben por encima de los reales “colaboradores” sus remesas y
beneficios.
Tal
es así que se prepara una salida masiva al exterior de nietos al imperio, la
descendencia de estos contrarrevolucionarios (Dagoberto Valdés, Raúl Risco y la
propia Dianelis (esposa de éste último)) tienen pasajes y visado listo para sus
viajes de placer.
Un
visado garantizado y sin límites, sin ninguna objeción, se convierte esta además
en una vía para salir definitivamente del país y huelgan los ejemplos.
Claudia
Ortega e Ismar Risco, hijos de Raúl Risco viajan a España, Dagoberto Valdés y Javier
Valdés, hijos de Dagoberto Valdés viajan a Suecia.
De
qué “proyecto”, qué Observador de los Derechos Humanos, qué político con
aspiraciones de ocupar otros cargos en el gobierno, sobre que moral, explotando
a cuanto confundido les pasa por el lado para continuar llenando sus arcas.
En
mercenarios convierten a sus hijos, justifican sus viajes de placer en
supuestas asistencias a eventos cuando tan siquiera están en las plantillas de
estos engendros contrarrevolucionarios.
¿Estos
son los nietos que pretenderán un futuro para Cuba?, ¿es esta la simple
condición genética que se necesita para acceder a los beneficio del amo
poderoso?
José
Martí
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