miércoles, 2 de diciembre de 2015

#PinarDelRío ''¿Quiénes somos?''


El II festival de la cultura pinareña Nosotros se caracterizó por la búsqueda del sello distintivo, el cual marcara la diferencia entre las fiestas populares y las de un evento identitario. Sin embargo, quedaron aspectos de esta índole por perfeccionar, amén de los logrados espacios culturales y el ciclo de conferencias sobre diversos temas programados en el taller científico Vueltabajo: paraíso de tradiciones.
En comparación con la efectuada el año anterior, es válido destacar una mejor organización y mayor representatividad de conjuntos musicales y proyectos comunitarios del territorio, que se mostraron en el rescate, promoción y desarrollo de la cultura. No obstante, existieron lagunas en el tiempo, en el que se escuchaba música ajena a la intención del festival, mientras los grupos musicales se preparaban para ofrecer un concierto.

Nuevamente nos quedamos con deseos de ver más, y de disfrutar, en las noches, de espectáculos que pusieran "a gozar" al cubano, cuando la multitud se reunía en el estrado principal. Con excepción de algunos casos, las personas bailaban si tenían una botella de ron.
En las carpas destinadas a Comercio y Gastronomía, solo se encontraban los mismos productos de las tiendas y del centro de elaboración, con sus respectivos precios y no hubo variedad en las ofertas gastronómicas.
Subías y bajabas la calle principal, y para muchos ciudadanos la imagen del evento era similar a una feria del libro o carnaval, sin un diseño bien logrado, que definiera o representara elementos de la cultura pinareña. Esto no quiere decir, que olvidemos, cuánto cuesta invertir en ello en el mundo actual. Resultó un poco difícil, distinguir sí eran los mogotes de Viñales u otra imagen lo que se ilustró en las diferentes entradas del lugar donde se enmarcó el festival.
Sumarle a ello que, por indisciplinas sociales y el inadecuado funcionamiento de los trabajadores de comunales, en varias ocasiones, la ciudad amanecía sucia, con los tanques de basura al límite y otros desechos por doquier.
También la muchedumbre estuvo desorientada. Faltó una cartelera central que orientara al público hacia sus preferencias, y una mejor coordinación de participación con las instituciones educacionales para las conferencias impartidas.
Reconocer que animaron el evento las comparsas de la provincia, los grupos de teatro callejero Histrion y Tecma, con atractivas propuestas; los grabados impresos y las pinturas con instantáneas de la ciudad, al frente de Museo Provincial de Historia, las funciones de la compañía de teatro lírico Ernesto Lecuona, así como el concierto de la cantautora Liuba María Hevia
y las presentaciones de proyectos comunitarios de los distintos municipios, que ganaron público por su talento artístico.
Continúa latente, por parte del comité organizador del festival, la búsqueda de la identidad, tema complejo de la sociedad cubana. Estas valoraciones para nada quieren desestimar el esfuerzo, las ideas e iniciativas que se tienen, en aras de rescatar lo autóctono de Pinar del Río.
Perfeccionar la próxima edición es un compromiso de todos, pues es esencial en estos momentos, en que vivimos en una sociedad caracterizada por el consumo cultural. Es necesario fortalecer las raíces, los valores y no olvidar la historia, porque quien relega el pasado pone en peligro el futuro.

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