Los
analistas perciben que este Congreso del Partido Comunista de Cuba, el VII
desde 1975 y que comenzará el sábado en La Habana, es clave para trazar el
futuro político y económico de la isla en un contexto geopolítico que
promete tantas oportunidades como riesgos frente al poderoso vecino del
Norte.
Estados
Unidos, con su bloqueo cincuentenario todavía en pie, ha anunciado una
relación menos beligerante. Pasa revista a los fracasos de la
estrategia del “cambio de régimen” a garrotazos con la Isla,
pero no esconde su fervoroso deseo de instalarnos otro gobierno y otro
sistema político. “No hemos cambiado la estrategia, sino la táctica”, diría
fríamente la Subsecretaria de Estado Roberta Jacobson, en conferencia de
prensa celebrada a la sombra del águila de bronce que preside el
jardín de la casa en Miramar del Encargado de Negocios estadounidense. Catorce
veces utilizó la palabra cambio o sus derivados el Presidente Barack Obama en
el discurso en el Gran Teatro de La Habana, como para que no quedara
ninguna duda.
¿Cómo
perciben este contexto los delegados e invitados al VII Congreso del Partido?
¿Qué opinan de las matrices que se imponen hoy en los análisis sobre el
foro de los comunistas cubanos? ¿A dónde nos lleva esta reunión? Cubadebate ha
invitado a dos militantes que, en calidad de invitado o delegado,
asistieron a las discusiones previas y estarán este fin de
semana en el Palacio de las Convenciones, sede del Congreso. Son, además, dos
figuras públicas reconocidas en el ámbito científico y artístico del país: el
Doctor Jorge González, médico forense, y el músico Alberto Falla.
Congreso
ahora sí o no
-Rosa
Miriam Elizalde: Uno de los elementos que se tuvo en cuenta para mantener la
fecha del VII Congreso del Partido fue la necesidad de no interrumpir la
periodicidad de este tipo de foro. ¿Ustedes creen que este es un momento
propicio para hacer el Congreso?
Jorge
González: Bueno, desde el punto de vista de la frecuencia con que debería
hacerse teóricamente lo sería, y teniendo en cuenta además que demoramos mucho
para el Congreso anterior (14 años), estamos tratando de recuperar el ciclo
natural de estas reuniones, cada cinco años. No creo que se deba esperar
para analizar los resultados de Lineamientos y para establecer la
conceptualización de nuestro modelo. A lo mejor todavía no están totalmente maduras
esas ideas, pero el encuentro es necesario para evaluar hasta dónde
se ha avanzado. A lo mejor este es un Congreso que no podrá definir totalmente
la conceptualización del modelo cubano, pero me parece que sí estamos
preparados para hacer una aproximación a la conceptualización, y que no se debe
esperar por ello.
Este
es un Congreso donde no se establecerán Lineamientos nuevos, sino que lo
que vamos a hacer es revisar los que se aprobaron; ver los que no se
han podido ejecutar, por qué no se han logrado y qué otras cosas nuevas tenemos
que hacer para mejorar nuestro socialismo.
No
tenemos por qué reunirnos para establecer algo definitivo, sino para impulsar
los pasos futuros. Pienso en una escalera. Para llegar al final hay que subir
varios escalones, hay quien los sube de uno en uno, hay quien de cinco en
cinco, de tres en tres, depende de la capacidad de cada quien. Nosotros estamos
en una escalera. Creo que este Congreso ayudará a dar un paso—no sé si
será de un escalón, de dos, de tres…—, veremos.
Alberto
Falla: Voy a seguir con la metáfora tuya de la escalera. Lo que definirá el
paso será la manera en que la gente aborde los problemas, y no tengo
dudas de que se hará de manera crítica. Lo que he percibido
en las reuniones previas, en las discusiones que hemos tenido entre los
militantes del Partido, es la decisión de la militancia de avanzar lo más
profundamente posible. He visto una discusión muy seria, he visto abordar
problemas con toda libertad y amplitud, lo cual me hace pensar que hay un
Partido que está alerta y relacionado con los problemas esenciales que los
cubanos estamos viviendo.
Si
el próximo Congreso se hace exactamente igual a este, o no, todo dependerá
también de nosotros mismos y de nuestra vida y de la manera en que nosotros los
cubanos dentro de este Congreso y de los que vengan vayamos
definiendo cómo hacerlo. Decir que esta reunión es apresurada, decir
que está fuera de lugar es de un nivel de especulación incluso teórica
demasiado aventurada y por aventurada riesgosa y equivoca.
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