Dos
meses después de lo fijado en el cronograma, en una prueba admirable de
perseverancia, los vegueros pinareños lograron cumplir el plan de siembra de tabaco
de la provincia y continuar apostando por el crecimiento de la principal
actividad económica de Vueltabajo.
Las
17 026 hectáreas que acaban de completarse, significan un incremento de 1 161
con respecto a lo logrado en la campaña anterior, y representan algo más del 65
% de toda el área dedicada en el país al cultivo de la hoja.
La
cifra parecía inalcanzable, luego de que las lluvias registradas durante los
meses de diciembre y enero, asociadas al fenómeno El Niño, echaran a perder
completamente 2 980 hectáreas de plantaciones y dañaran además 94 120 canteros
de semilleros.
Virginio
Morales, director en funciones del Grupo Provincial de Tabaco, aseguró que los
productores, las cooperativas y las empresas han realizado un gran esfuerzo
para cumplir las siembras previstas en medio de circunstancias muy adversas.
No
obstante, señaló que el corrimiento del cronograma fuera del periodo óptimo del
cultivo, obliga a extremar las atenciones culturales.
“Las
últimas áreas que se han sembrado van teniendo un buen desarrollo, pero hay que
brindarles una especial atención en cuanto al riego y la fumigación, con vistas
a llevarlas a la fase de cosecha”, dijo, y añadió que “los recursos para esas
actividades están garantizados”.
De
momento, el funcionario señaló que aunque por el día las temperaturas son
altas, en las noches refresca, lo cual es positivo para el tabaco.
“Hasta
ahora no hay presencia de ningún tipo de enfermedad. La incidencia de plagas es
mínima, y contamos con los aseguramientos necesarios para enfrentarlas, en caso
de que se incrementen”, afirmó Virginio.
Aun
así, se sabe que las 5 500 hectáreas que sufrieron daños a causa de la lluvia,
pesarán en el propósito de sobrepasar las 17 800 toneladas de la hoja durante
la actual campaña.
El
director en funciones del Grupo Provincial de Tabaco, lo admite: “Vamos a
tener afectaciones en la producción y en la calidad de la cosecha”.
¿De
cuántas toneladas menos estamos hablando? Por el momento se trata de una cifra
imposible de precisar, pues dependerá en buena medida de lo que suceda con
las 6 495 hectáreas que quedan en el campo, en una época en que según los
instructivos técnicos, el tabaco debía haberse cosechado y guardado en las
casas de curación (secado), a buen recaudo de la lluvia y las altas
temperaturas que suelen atraer enfermedades.
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