Tomado de El Heraldo cubano
Por Arthur González
La
guerra psicológica conformada por Estados Unidos contra la Revolución cubana
desde 1959, intenta fabricar la imagen de que es Cuba la violadora de todos los
derechos habidos y por haber, cuando en realidad el proceso socialista es quien
más ha hecho por el bienestar de su pueblo, quien siempre sufrió los embates y
desigualdades económicas, sociales, raciales y de género durante las décadas de
capitalismo.
Siguiendo
es vieja y fracasada política, la mafia terrorista anticubana de Miami no
acepta que la Casa Blanca haya reconocido sus fracasos e iniciara una nueva
estrategia para liquidar el socialismo, aunque para lograrlo restableciera las
relaciones diplomáticas y permitiera que más estadounidenses viajaran a Cuba,
como embajadores de sus valores y símbolos, al decir de Barack Obama.
Para
presionar al nuevo presidente, Donald Trump, los mafiosos diseñaron otra de sus
payasadas consistente en entregarle en La Habana un “premio” a Luis Almagro,
secretario de la OEA, organismo al que Cuba no pertenece, y para darle más
picante al guiso convocaron a la exministra de Educación de Chile Mariana
Aylwin y al ex presidente de México Felipe Calderón, creyéndose que los cubanos
iban a permitir que en su casa se conformara ese show mediático.
Al
conocer ambos personajes que no se les permitiría entrar a la Isla, de
inmediato formaron la gran alharaca, como vulgares repetidores de lo que les
indicaron hacer desde Washington y Miami.
Según
declaró la señora Aylwin: “así son las dictaduras”, sin reconocer que planeaba
viajar con un visado de turismo que no le permite realizar otras actividades
que no sean de placer y recreo, lo mismo que exige su país, pero con la
diferencia que para visitar a Cuba no hay que acudir a un consulado, llenar
largos cuestionarios y esperar varias semanas por una respuesta, como sucede
con aquellos que desean visitar Chile.
Sería
beneficioso que la ex ministra solicitara información a su Ministerio de
Asuntos Exteriores, para que conociera lo que dicen las visas de turismo
chilenas respecto a la prohibición de ejecutar actividades políticas, incluso
contra terceros países.
¿Entonces
con que moral le reclama a Cuba que no tome medidas para defenderse de los
planes de Estados Unidos para intentar desestabilizar el orden interno?
A
darle clases de democracia a los que maltratan a los chilenos y después que
mire hacia otros lugares.
Otro
tanto debe conocer el expresidente de México Felipe Calderón, quien ni siquiera
se ha pronunciado por defender a sus ciudadanos expulsados por Estados Unidos,
sin tener piedad al separar a padres de sus hijos menores.
México
es el imperio de la violencia ciudadana, la corrupción y las violaciones más
plenas de los derechos humanos. ¿eso no lo conoce quien tuvo la responsabilidad
de dirigir los destinos de esa hermana nación?
De
acuerdo con cifras oficiales divulgadas, el presente 2017 es el año con el
inicio de mayor violencia registrada en la historia de México, con mil 938
homicidios solo en el mes de enero.
Los
datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Pública expresan que “en 25 de las 32 entidades hubo un incremento de
asesinatos solo en enero, lo que significa cerca del 80 por ciento del país”.
El
sr. Calderón antes de prestarse a una burda provocación en Cuba a favor de la
política diseñada por la mafia de Miami, debería preocuparse y ocuparse por lo
que les sucede a sus conciudadanos, algo que jamás se ha registrado en la mayor
de las Antillas después de 1959.
Quizás
detrás de los altos muros de su mansión mexicana, el expresidente no conozca
que el número de homicidios dolosos registrados en enero 2017 representa la
tercera cifra mensual de asesinatos más alta desde que el actual mandatario
Enrique Peña Nieto, asumió la presidencia.
Solo
durante los meses de agosto y septiembre del 2016, se conoció el mayor número de
asesinatos en México, con mil 950 y mil 982 casos respectivamente, pero el
promedio en enero 2017 fue de 62 homicidio diarios, con 69 víctimas y entre dos
y tres asesinatos cada hora del día.
En
cuanto a las declaraciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)
mexicana, donde “lamenta la
decisión del Gobierno de Cuba de no autorizar la visita a La Habana del
expresidente Felipe Calderón”, antes de solidarizarse con una
acción de pura injerencia en los asuntos internos cubanos, debería recordar como
ellos deniegan a diario la entrada a su país de decenas de ciudadanos cubanos,
y las múltiples exigencias que les solicitan, incluida la presentación de
cuentas bancaria, algo que Cuba no practica.
Vaya
el sr. Calderón a resolver los gravísimos asuntos internos de su patria y deje
en paz al pueblo cubano que sufre y resiste estoicamente la guerra económica
más larga y criminal de la historia de la humanidad, algo que al parecer no les
interesa ni a él ni a la ex ministra chilena.
A
los cubanos les asiste todo el derecho de impedir las provocaciones fomentadas
desde el exterior, con el malsano propósito de fabricar campañas tendenciosas
contra su Revolución, esa que Estados Unidos intenta derrocar a toda costa y
costo, incluyendo los intentos de asesinar a su líder histórico Fidel Castro,
unido a los múltiples actos terroristas plasmados en programas de Acción
Encubierta de la CIA, hoy desclasificados y publicados.
No
por gusto José Martí aseveró:
“El lacayo muda de amo, y se alquila al señor
de más lujo y poder”.
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