Por Iroel Sánchez
Tomado de:
La Pupila Insomne
Los titulares se veían venir: “Cuba no permite entrar al Secretario General
de la OEA” pero nada dice de que hace una semana uno de los más conspicuos
representantes de quienes desean restablecer el control norteamericano sobre la
Isla, el senador Marco Rubio, se reunió en Miami con el Presidente
norteamericano Donald Trump.
Obviamente, con la provocación de este 22
de febrero -un premio en La Habana para Almagro- los asalariados cubanos de
Rubio, que les paga con fondos federales norteamericanos, quisieron regalarle a
Trump la justificación para que se lance contra Cuba como le solicitan los
extremistas de Miami.
Pero los únicos que se han prestado al
juego son un ex presidente mexicano que con el pretexto de la lucha contra el
narcotráfico sembró de muerte su país, una ex ministra chilena del partido que
le lavó la cara al pinochetismo y el ex canciller uruguayo que, al servicio de EE.UU.,
ahora preside la OEA, más conocida entre los cubanos como “Ministerio de
colonias”. Con amigos como esos no hacen falta enemigos, triste cosecha para
tanta alharaca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario