La amniocentesis o prueba de la aguja constituye uno de los exámenes
durante el embarazo para diagnosticar enfermedades genéticas que tienen
como síntoma principal una discapacidad.
Tras un ultrasonido, el cual precisa la zona con mayor cantidad de
líquido amniótico, el especialista realiza una punsión en el abdomen y
extrae 20 mililitros (ml), que aunque puede conllevar al aborto, las
múltiples ventajas desdeñan los riesgos.
Pinar del Río es una de las provincias donde se efectúa el estudio a
mujeres con determinadas predisposiciones, que suponen una amenaza para
el bebé de padecer una discapacidad.
“No es una prueba masiva. Tratamos a mujeres con más de 37 años, las
que tienen hijos con estas características o las que pierden embarazos
con facilidad”, explicó el Dr. Luis Raúl Martínez, especialista de
primer y segundo grados en Ginecología y Obstetricia en la provincia.
Múltiples son los factores que inciden en la formación de fetos con discapacidad intelectual. De ahí, que el proyecto de Rehabilitación Basado en la Comunidad (RBC) incluya esos procederes dentro de las acciones del programa.
“Entre los factores de riesgo más importantes se encuentran los
pre-concepcionales, pues es necesario que los padres lleguen en
condiciones óptimas al embarazo. Para ello la mujer debe estar en la
edad fértil (de 20 a 35 años), nutrirse adecuadamente y consumir de
ácido fólico desde tres meses antes de la concepción” aseguró la
especialista de primer y segundo grados en Genética Clínica, Deysi
Licourt Otero, jefa del Servicio de Genética Provincial.
Las consecuencias de enfermedades crónicas como la hipertensión
arterial y la diabetes también inciden entre las causantes. Embarazadas
con esos padecimientos resultan candidatas a la prueba de la
alfafetoproteína.
“Es una prueba que se realiza entre las 15 y 19 semanas. Cuando la
alfafetoproteína da elevada, constituye un signo de alerta para el
sistema de salud, pues es una proteína que produce fundamentalmente el
hígado del feto, y cuando el embrión no se encuentra bien libera más
cantidad de esta sustancia” argumentó Licourt Otero.
Según la especialista, en el territorio más del 50 por ciento de las
pacientes con alfafetoproteína alterada debutan con una hipertensión en
la etapa de gestación.
El Centro de Genética Médica de Pinar del Río cuenta con las
tecnologías requeridas que favorecen el trabajo de los doctores en el
diagnóstico de una discapacidad intelectual o cualquier otra. No
obstante, es imprescindible una maternidad responsable para garantizar
calidad de vida.
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