La novela brasileña Dos caras, además de magnífico entretenimiento sirve
para tomar su título para la novela americana que les vamos a referir,
donde los protagonistas de la Casa Blanca, la USAID y otras agencias no
solo tienen dos caras, sino también dos bocas y dos lenguas para seguir
denigrando de Cuba.
Cuando aún estaban frescas las palabras del Secretario de Estado John
Kerry en La Habana, ya esos señores patrioteros y democratizadores estaban asignando nuevos fondos para eliminar a la Revolución cubana.
Ellos tienen una forma muy peculiar de decir que quieren que
desaparezcan Fidel, Raúl y la Revolución, solo se limitan a explicar
cómo democratizar a Cuba y erradicar todo lo avanzado en los últimos 50
años.
Los cubanos están muy esperanzados con la promesa de Obama, Kerry y
otros políticos, pero quién se va a sentir seguro con esas trampas
inesperadas.
Se espera que en la segunda quincena de septiembre continúen los
diálogos para el mejoramiento de las relaciones, pero se hace difícil
creer que esos señores de la USAID y la NED realmente quieran
conversaciones cordiales.
Si les siguen enviando dinero a sus acólitos, si no cesa la agresión de
Radio y TV Martí, si continúan las agencias de inteligencia fraguando
planes, si hacen todo lo posible por maniatar al presidente para que no
siga avanzando, cómo quieren mostrarse confiables a la vista de los
cubanos.
Para algunos la política es así, pero entonces que no hablen de democratizar, sino de demonizar.
Por eso, cuando se acabé la teleserie brasileña, no la echaremos de
menos, tendremos dos caras para rato, no en el sur, sino bien al norte.
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