jueves, 12 de noviembre de 2015

#PinarDelRío ''USA: Viviendo en las nubes o en las calles''


A Estados Unidos le llamaron el país de las oportunidades, pero con el tiempo ese calificativo ha variado. ¿Razón? Lo contesta un ejemplo irrefutable.
Según la célebre revista financiera Forbes el presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, tiene una fortuna que ronda los 40 mil 300 millones de dólares.
Al mismo tiempo, un periodista del Nuevo Herald, Jorge Ramos Avalos, informó que sus graduados universitarios continúan asfixiados por las deudas.
¿Cuándo y porqué las asumieron? Durante su época de estudiantes para hacer frente a la matricula, libros, albergue y otros gastos.

A manera de otra brutal disparidad  citó a la revista Forbes para decir que en  Estados Unidos hay más bimillonarios que en cualquier lugar del planeta.
 O sea, aclara, quienes poseen más de mil millones de dólares en dinero, propiedades e inversiones, que solo este año llegan a 536.
El periodista Ramos Avalos escribió un comentario muy significativo y fiel a su tipo de sociedad:
“Estados Unidos representa al país de las oportunidades”, he visto a gente muy pobre convertirse en millonaria.
Pero también es cierto –afirmó- que poco a poco se ha venido transformando en el “reino de los superricos”.
El articulista recuerda que a ese país lo fundaron bajo el principio, establecido en su Declaración de Independencia, de que todos los seres humanos son iguales y, por lo tanto, tienen los mismos derechos y oportunidades.
Pero, alerta Ramos Avalos, la realidad es otra, “muchos aquí son maltratados y discriminados”, y no todos tienen las mismas oportunidades educativas y financieras.
En tal escenario llamó a detenerse en el caso de los estudiantes universitarios cuando se gradúan allí.
Primero reconoció que la generalidad de sus centros docentes y estados, así como el gobierno de Washington, supuestamente alivian sus dificultades a través de becas y préstamos.
Sin embargo, advierte, miles de alumnos cuando terminan sus carreras junto con el diploma se llevan “una gigantesca deuda”.
En el contexto de la actual campaña electoral estadounidense ha sido el senador demócrata Bernie Sanders quien más ha criticado esa situación.
¿Qué ha dicho? “La décima parte del uno por ciento más rico del país tiene casi la misma riqueza que el 90 por ciento más pobre”.
Esto, apunta Ramos Avila con cierta ironía, definitivamente, no parece una sociedad muy igualitaria.
Observadores opinan que esa idea está en armonía con Ben Bernanke, ex director del Banco Central de Estados Unidos, quien publicó el libro The Courage to Act (El valor de actuar).
 Antes, el autor había hecho declaraciones a Ramos Avila: “La economía de Estados Unidos no está sirviendo a toda la población de la manera en que quisiéramos”.
Y luego subrayó: “la desigualdad está empeorando y así ha ocurrido por mucho tiempo”.
Lo avaló PEW, un centro de investigaciones sobre la materia, al notificar que al respecto Washington exhibe uno de los peores lugares entre las 34 naciones más ricas del mundo.
Ramos Avila escribe además que esa chocante desigualdad es algo que se siente y ve cada vez más, por ejemplo, en Nueva York.
“Me sorprende la enorme riqueza de los que viven y trabajan cerca de las nubes frente a la infinita pobreza de los que sobreviven en las calles y laboran en las cocinas de restaurantes”.
Pero el problema no es único de Nueva York y se nota en muchas áreas.
El año pasado, según la revista The Economist, la deuda por los préstamos estudiantiles superaba el millón de millones de dólares.
Quienes egresan tienen un doble reto,  encontrar trabajo y pagar su préstamo universitario. Y no todos pueden.
“Yo sí lo hice”, manifiesta Ramos Avila, he visto a otros crear una nueva vida aquí, “por eso tantos inmigrantes quieren venir”.
Sin embargo, alerta, el sistema que permite la creación de tantas fortunas “se está cerrando para los que no son parte del club de los multimillonarios”.
Y así, en el país que surgió hace más de 200 años bajo la idea de igualdad de oportunidades se está perdiendo la igualdad y las oportunidades.

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