Eliseo
Alfonso Llorente profesor y especialista de la cátedra de estudios del caribe,
adscrita a la Universidad de la Habana, nunca ha visitado el Uruguay, sueña con
viajar un día y avistar el paso arrollador de las comparsas de Candombe.
Eliseo
ha estudiado con detenimiento los ritmos afrourugayos, le han contado de la
vida en los suburbios montevideanos de Palermo, Sur y Cordón y ahora, él mismo
es capaz de describir todos estos saberes.
"Un
acercamiento a la música y la cultura en Uruguay", llevó por título la
conferencia impartida por el especialista, en el Centro de Documentación e
Información Musical Argeliers León.
Los
concurrentes a la cita pudimos escuchar grabaciones de toques de tambor que
identifican a cada uno de los barrios. Todos son diferentes como los dedos de
las manos, pero hermanos al fin. Mucho se asemejan estas sonoridades a la rumba
cubana.
En
la representación escenográfica del candombe, confluyen varios personajes que
evocan los años remotos de la esclavitud: el escobero, que se arranca los males
a su paso y limpia los caminos, representa al "chamán" o brujo de las
tribu; el granillero o "negro viejo", rey de la nación, ancestro
masculino y la Mama Vieja, figura femenina, reina madre.
Estas
festividades han trascendido las fronteras de los barrios pobres de Montevideo
y devenido patrimonio intangible de todo Uruguay. Negros y blancos se suman a
los jolgorios defendiendo su identidad y sus raíces.
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