La
organización de variados senderos contemplativos permite la protección de
especies autóctonas y endémicas de la flora y la fauna de la provincia más occidental del país, de gran vocación naturalista.
especies autóctonas y endémicas de la flora y la fauna de la provincia más occidental del país, de gran vocación naturalista.
Con la compañía de
expertos guías y máxima seguridad, crece cada vez más el afán de los
viajeros por recorrer
rutas, que en algunos casos tuvieron por primeros
visitantes extranjeros a emigrantes europeos y sus esclavos
radicados en la provincia, centurias atrás.
Una
buena parte de esas giras se encuentran en Viñales, principal polo turístico, y
la península de Guanahacabibes. Quienes recorren estos parajes tienen la
posibilidad de apreciar especiales atractivos como la diversidad de la flora,
la observación de aves y aspectos geológicos, en particular, la formación de
las rocas y los enigmáticos mogotes de Viñales dispersos en el profuso valle,
morfología que es el resultado de la actividad erosiva del tiempo y las aguas.
Otro
atractivo es La Gran Caverna de Santo Tomás, la más larga de Cuba y una de las
mayores de Latinoamérica. Se extiende por unos 46 kilómetros, con siete niveles
diferentes, periplo en el que asoman interesantes historias relacionadas con la
espeleología.
Maravillas
de ese territorio están en el tramo entre el poblado de
Viñales y la comunidad El Moncada.
Su principal atractivo son las colonias de la Microcycas
Calocoma, conocida por palma corcho, fósil viviente con más de 250 millones de
años sobre la faz de la tierra.
En
los cuatro kilómetros de la ruta del Ruiseñor, se escucha el
canto de esa ave, que hace más atractivo el ascenso y descenso
de una montaña sin riesgo alguno
y el recorrido por un valle intramontano. Muy cerca se
halla
la Comunidad Valle Ancón, cuyos pobladores se
dedican al cultivo del café.
Guanahacabibes, por su parte,
a lo largo de sus kilómetros, atesora alrededor de 640 especies
de plantas superiores, 14 de ellas endémicas del lugar y muchas otras de gran
valor económico como el cedro, la caoba y el ébano.
Suma
alrededor de 140 variedades de aves, incluidas el zunzuncito, el tocororo,
la carta Cuba, el bobito chico y la cotorra, además de 21 reptiles y 19
mamíferos, entre los que sobresale el venado de cola blanca.
Tales
riquezas pueden observarse en el trayecto de sus atajos interpretativos,
los cuales facilitan a los turistas el conocimiento del Parque Nacional
Guanahacabibes, Reserva de la Biosfera y se localiza en la fracción más
occidental del municipio de Sandino y del archipiélago cubano.
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