Después
de que el Gobierno estadounidense desclasificara una serie de informes
relacionados con la operación destinada a la captura de Osama Bin Laden en el
año 2011, han trascendido pruebas que permiten conocer qué plan inicial tenía
Obama para acabar con el líder de Al Qaeda. La estrategia exigía desobedecer
algunos términos de la legislación internacional.
Un
artículo publicado en el diario 'The New York Times' ha permitido conocer que
semanas antes de llevarse a cabo la operación con la que las fuerzas especiales
SEAL pusieron fin a la vida del líder de Al Qaeda Washington pensaba bombardear
el complejo pakistaní donde se ocultaba.
Según
el diario norteamericano, un grupo de abogados pertenecientes a la CIA y al
Consejo de Seguridad Nacional fue el responsable de impedir que tal ataque
fuera ejecutado. El grupo de letrados demostró que dicha acción traería consigo
"importantes daños colaterales" a nivel legal pues pondría en riesgo
la vida de cientos de civiles.
"Pese
a que EE.UU. llevaba una década de conflicto con Al Qaeda, la estrategia
propuesta exigía dar respuesta a un gran número de importantes cuestiones
legales, muchas de ellas sin precedentes", señaló el experto en derecho
Robert M. Chesney, que trabajó con el Departamento de Justicia en 2009.
El
informe dio a conocer igualmente los planes que el Gobierno de Obama tenía en
caso de capturar con vida a Bin Laden. Trasladarlo a la cárcel de Guantánamo,
ejecutarlo y arrojar su cuerpo al mar eran algunas de las opciones. Para
muchos, contradictorias e ilegales.
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