El gobierno de Estados Unidos reforzó
el bloqueo económico,
comercial y financiero impuesto a Cuba en 2015, una política que contribuyó al
deterioro de la economía de la isla caribeña e incrementó las carencias de la
población.
Las afectaciones llegaron a entidades
cubanas y a terceros, ejemplo de ello fue la empresa norteamericana Gen Tech
Scientific que negó la venta de cromatógrafos de Gas Agilente 5975C, utilizados
para investigaciones y diagnósticos en las áreas bioquímica, farmacéutica y
médica, alegando la prohibición de ventas ordenada por el Departamento de
Estado.
Esta respuesta fue dada días después
que se anunciara el 17 de diciembre pasado la decisión de restablecer las
relaciones entre Cuba y Estados Unidos, precisa un proyecto de resolución
titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero
impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, que será presentado en
Naciones Unidas.
El 12 de marzo de 2015, el banco
alemán Commerzbank acordó con los Departamentos de Tesoro y Justicia, la
Reserva Federal, el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York, la
Oficina del Fiscal del Distrito Sur de Nueva York y la Oficina del Fiscal del
Distrito de Manhattan, el pago de una multa millonaria.
Tal medida -según las autoridades
norteñas- por violaciones de las regulaciones contra Irán, Sudán, Myanmar y
Cuba.
Según el informe de la Oficina de
Control de Activos Extranjero, entre septiembre de 2005 y diciembre de 2007,
Commerzbank procesó 56 transacciones relacionadas con Cuba, por un valor de dos
millones 283 mil 456 dólares.
El 1 de junio de 2015, la compañía
estadounidense Sigma-Aldrich, entre los líderes mundiales en producción química
y bioquímica, se negó a suministrar a la empresa cubana Quimimpex, productos
químicos indispensables para el desarrollo de la industria química cubana.
Sigma-Aldrich adujo que no puede
proporcionar ni los productos, ni los servicios, ni la información técnica, ya
que Cuba es un
país sancionado al que no se le puede exportar, reexportar,
vender o suministrar bienes, tecnologías o servicios directa o indirectamente
de los Estados Unidos o por cualquier persona de ese país, independientemente
de su ubicación.
El 2 de junio de 2015, la empresa
estadounidense Columbiana Boiler Company, LLC, especializada en la fabricación
de contenedores presurizados, se negó a suministrar a la empresa cubana
Quimimpex los cilindros necesarios para envasar el cloro que se emplea en la
potabilización del agua del sistema de acueductos.
La entidad alegó que no se les
permitía enviar productos a Cuba. El pasado 5 de septiembre de 2014, tres meses
antes del histórico anuncio del 17 de diciembre, el presidente estadounidense,
Barack Obama, renovó las sanciones contra Cuba.
Tal acción la realizó bajo la Ley de
Comercio con el Enemigo de 1917, pieza fundacional de las leyes y regulaciones
que componen al bloqueo contra isla, alegando intereses de política exterior.
El bloqueo continúa siendo una
política absurda y moralmente insostenible, que como reconoce el presidente de
Estados Unidos, no sirvió al propósito de doblegar la decisión del pueblo
cubano de elegir su sistema político y controlar su futuro.
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