El
mes de septiembre, considerado históricamente el de mayor índice de
precipitaciones en Pinar del Río, reportó un comportamiento normal en
comparación a la media para ese período, no obstante, persiste la sequía en la
provincia.
Con
un acumulado de 185 milímetros de lluvias, cifra cercana a los 231 históricos,
se mantiene la sequía meteorológica que desde mediados del año anterior padece
el territorio.
Según
Carlos Alberto Miranda Sierra, especialista del grupo científico del Centro
Meteorológico Provincial, estas precipitaciones favorecieron el aumento de la
humedad de los suelos, de ahí el mejoramiento de la denominada sequía agrícola.
Sin
embargo- acotó-, la de carácter hidráulico continúa latente y se evidencia en
las dificultades en las cuencas subterráneas y en los índices de llenado de las
presas.
Al
cierre de septiembre también permanecen las condiciones de aridez en las zonas
montañosas y de la costa norte, así como algunos remanentes en los municipios
de San Luis y Los Palacios, ubicados en la llanura sur.
Agregó
Miranda Sierra que sobre todo Minas de Matahambre, Viñales y La Palma registran
los déficits más significativos, los cuales datan de aproximadamente dos años,
y constituyen los más afectados por el fenómeno.
Acerca
de los pronósticos para los meses venideros, destacó la persistencia del evento
El Niño hasta mediados de 2016, el cual inhibe los procesos de lluvia en la
cuenca del Atlántico y la ocurrencia de ciclones tropicales.
De
igual manera, se estima la prevalencia de pocas precipitaciones hasta enero,
fecha a partir de la cual debe acaecer un incremento relativo, toda vez que se
trata del período seco, caracterizado por una media histórica muy baja.
Estudios
de peligro, vulnerabilidad y riesgo en el extremo más occidental de Cuba,
refieren la percepción de los pinareños ante la sequía como principal
debilidad, calificada de baja y moderada.
La
adopción de medidas higiénicas para evitar la proliferación de enfermedades, el
uso racional del agua y la explotación adecuada de los recursos, descuellan
entre las medidas a seguir en esta etapa, además de la eliminación de
salideros, y el empleo de sistemas de riego eficientes en la agricultura.
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