lunes, 15 de febrero de 2016

#PinarDelRío ‘’Compañera historia’’


Aunque la historia resulta del ayer, la realidad de la Revolución iniciada en Yara pero definitiva a partir de 1959, acompaña desde el triunfo de Enero cada hoy, y muchos de los protagonistas siguen entre nosotros.
Sin entrar en el detalle de las heroicidades diarias del pueblo para resistir el injusto bloqueo de los Estados Unidos y los errores internos que han mellado para el mejor avance, sin detenernos en las figuras inmensas del Comandante en Jefe y esa generación fiel que le acompaña, es necesario reverdecer la gloria de los hechos y compartir el hoy con sus autores.
Pinar del Río tiene el privilegio de Los Malagones, la primera patrulla campesina, génesis de la organización del pueblo en milicias como preconizara Fidel, pues del triunfo de aquel pequeño grupo, al capturar en menos del tiempo previsto al asesino prófugo, surgió el 26 de Octubre de 1959 el verdiazul popular para defender la Patria de cualquier enemigo.
De aquellos 12 campesinos sigue entre nosotros Juan Quintín, el más joven; toda una historia para contar, no solo por su participación en la búsqueda y detención del cabito Lara, sino por ser hijo de un terrateniente que entregó las tierras a la Revolución, por su actuar en la Lucha contra Bandidos hasta que se eliminó la última banda, como jefe de Operaciones de la organización y su acción diaria en la comunidad El Moncada, donde habita.
Por eso, la idea de un proyecto presidido por Juan con toda su lucidez y recuerdos para acercar la leyenda de Los Malagones a las actuales generaciones, a través de un documental, un libro en próxima edición, así como una página WEB, y el intercambio personal con el combatiente tienen la aprobación y reconocimiento de todas las instancias y el agradecimiento en los lugares visitados.
Iraida Camacho Mayor se ha convertido en "La Malagona", nombre con el cual se identifica con orgullo y recuerda a su padre Cruz, el segundo campesino en conformar la patrulla. Contó con la disposición de Juanito y asumió la tarea de buscar apoyo para el proyecto La nueva milicia, que con satisfacción encontró en el MINFAR, el Gobierno, el Partido y el Secretariado de la UJC en la provincia.
El Departamento de Divulgación y Propaganda de la dirección política del MINFAR y Telepinar, Guerrillero, la Filial de la Asociación de Historiadores de Cuba, de la Asociación Hermanos Saíz y el proyecto sociocultural de Ana la cubana la respaldan en su plausible intento, para que se aprecie la historia de forma cercana y en tiempo real, de la mano y la voz de un valioso protagonista. Iraida y su hijo Reynaldito defienden el proyecto La Nueva Milicia como un legado familiar, y así quienes se suman y respetan su iniciativa.
Si se quiere valorar la historia, esa que no puede obviarse ni dejarse solo a una fría clase, hay que pensar en esos seres, testimonios vivos que comparten los avatares de estos días, con quienes nos cruzamos en las calles o a veces solo recordamos en fechas señaladas, mientras se escapan momentos que resultarían valiosos para las más jóvenes generaciones.
El 28 de enero y el seis de febrero a propósito de los natalicios de José Martí y Camilo Cienfuegos, "La nueva milicia" acudió a la Prisión Provincial y a la Escuela Vocacional Militar Camilo Cienfuegos, y encontró auditorios ávidos de conocer más de la historia de Los Malagones, esta vez con la significativa presencia del de mejor puntería del grupo miliciano.
Pero puede ser en cualquier fecha el encuentro, todo hoy es bueno para recordar el ayer, para asimilar la enseñanza y si está el hombre, la mujer que fue testigo y vive sin nostalgias, capaz de transmitir que repetirían su actuación para defender lo hasta aquí logrado, poco pesa que falte el transporte, falle el audio, demore la salida del libro, de la WEB y en algunos centros minimicen la importancia y el respeto debidos, lo válido es insistir en defender la historia, esa que siempre va a acompañarnos.
La incursión de Iraida debe servir de impulso a quienes pueden traer hasta hoy la historia, para que la desmemoria no corroa la grandeza del presente.

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