El
presidente cubano, Raúl Castro Ruz, despidió en el aeropuerto internacional
José Martí, de La Habana, a Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de toda
Rusia, quien concluyó este domingo una visita oficial de cuatro días a la Isla.
Previamente,
en la mañana dominical, Raúl Castro y otros altos dirigentes cubanos asistieron
a la Divina Liturgia que el Primado de la Iglesia Ortodoxa
Rusa ofició en la Catedral Ortodoxa Rusa de Nuestra Señora de Kazán, templo
construido por Cuba como gesto de amistad y que representa a esa Iglesia en
toda el área caribeña.
Durante
la tarde del 12 de febrero, Kirill protagonizó en La Habana, junto al papa
Francisco, Jefe de la Iglesia Católica, una reunión histórica —que ya ha pasado a llamarse el
«encuentro del milenio»— sellada con la Declaración conjunta en que las dos
relevantes figuras del cristianismo se pronuncian en común por la solución de
graves problemas que amenazan a sus fieles y a toda la humanidad.
Además,
el Patriarca ruso recibió, de manos del propio presidente Raúl Castro, la Orden
José Martí, la más alta que otorga el Estado cubano a relevantes figuras por
sus aportes a los vínculos internacionales de Cuba.
Otro
momento de alta significación fue el encuentro, el sábado 13, de Su Santidad
con el histórico líder revolucionario Fidel Castro Ruz, quien apoyó sobremanera
la construcción en La Habana de la Catedral Ortodoxa Rusa de Nuestra Señora de
Kazán, consagrada el 19 de octubre de 2008.
El
programa cubano de Kirill incluyó el homenaje a los soldados soviéticos caídos
en Cuba —mientras apoyaban la defensa del país caribeño ante las amenazas
estadounidenses— y una visita a la escuela especial Solidaridad con Panamá, que
atiende y educa a niños discapacitados.
El
Patriarca de Moscú y de toda Rusia partió con rumbo a Paraguay, país que junto
a Brasil integra el segmento final de esta gira latinoamericana del líder de la
Iglesia Ortodoxa Rusa.
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