miércoles, 25 de noviembre de 2015

#PinarDelRío ''Aquí el disidente soy yo''


Esa afirmación la podrían hacer suya, los millones de cubanos que habitan la isla de Cuba, de la Juventud y sus cayos e islotes adyacentes. Porque si buscamos el significado de disentir encontramos en cualquier diccionario de la lengua española: No ajustarse al sentir o parecer de otra persona, opinar de modo distinto.El cubano, habla, opina, disiente libremente, solo hay que estar aquí para verlo y para vivirlo.
Una de las cosas que nos caracteriza es que siempre opinamos de modo distinto a los demás, creemos saber como resolver todos y cada uno de los problemas y defendemos nuestro criterio con pasión, ya sea en el deporte, la economía o la política. El ejercicio de la opinión es parte de nuestra idiosincrasia, negarlo es desconocer lo que sucede en cada rincón del país, a cualquier hora del día o la noche y en todos los escenarios.
La preparación, la cultura general, la instrucción alcanzada en más de 50 años de Revolución, nos separan hoy de la discrepancia banal, de la discusión bizantina. Hoy somos mucho más maduros, más cultos, más libres. Hoy nuestro disentir, viene acompañado del conocimiento en la gran mayoría de los casos, aunque para hacer honor a la verdad, muchas veces nos pasamos. Si algo se puede señalar a los cubanos de hoy es eso, que muchas veces nos extremamos.
Sinónimos de disentir son: discrepar, divergir, diferenciarse, disputar, cuestionar, negar, ¿Y esos no son sinónimos de ser revolucionarios? ¿Puede serlo quien nos discrepe, quien no cuestione? ¿No somos inconformes por naturaleza? Los revolucionarios disentimos además del poder global capitalista, de las ideas enlatadas made in USA, de la falsa moral del imperio.
Hay una diferencia primordial, axiológica, el capitalismo cree que al hombre solo lo mueve el egoísmo, su palanca son las leyes ciegas del mercado, dios omnipotente al que le rinden devoto culto, la amenaza del hambre por un lado y la compulsión consumista, convierten al ser humano en nada.
En el capitalismo el hombre es mera mercancía, nosotros los revolucionarios disentimos de eso, nosotros creemos en la solidaridad, creemos que la palanca que mueve al hombre es el amor, el amor al trabajo, el amor a nuestros semejantes, creemos que podemos construir un mundo mejor basado en la hermandad de todos los que habitamos el planeta Tierra.
La prensa imperial y sus lacayos, denominan a los contrarrevolucionarios cubanos disidentes (ellos se autoproclaman así también) pero ellos no son disidentes, ellos son contrarrevolucionarios. Ellos son creados, organizados y financiados por un gobierno extranjero, ellos han cometido actos de terrorismo, han matado, mutilado, herido a miles de compatriotas, ellos mienten, difaman, calumnian y trabajan día a día para facilitar la intervención militar de nuestro país, no se ocultan para decirlo, no les importa solicitarlo abiertamente.
No les llamemos disidentes porque no lo son, son contrarrevolucionarios y eso tenemos que dejarlo bien claro. A veces no nos paramos a reflexionar un segundo y repetimos el error que tanto le conviene al enemigo. En Cuba disentir, discrepar es un derecho garantizado por nuestras leyes, esencia de nuestras vidas, de nuestra cultura, de nuestro manera de ser.

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