martes, 10 de noviembre de 2015

#PinarDelRío ''Donde Natura vertió sus joyas''


El pequeño Mayito soñaba en 1958 con un patio como el de su abuelo Eliseo, en tiempos de latifundistas, de poderosos; no fue hasta medio siglo después que su sueño vio la luz. En el nuevo siglo, más allá de sus caras ilusiones, crece en su pequeño pueblo, antes olvidado, un patio superior en grandeza y hermosura, inspirado por aquel viejo ferroviario que heredó a su nieto el amor y la creatividad.
De niño siempre quiso ser como él y recordaba a la finca como aquel lugar al que todos venían. Fue precisamente su abuelo de quien heredó ese enamoramiento inmenso por el ambiente natural.

Pero el encantamiento provocado en Mayito superó el amor desmedido por la naturaleza y el arte, pues despertó al artista conocido años después por Mario Pelegrín, el creador del patio de todos los niños del pueblo. Nació así uno de los proyectos comunitarios más importantes de Pinar del Río en la localidad Puerta de Golpe.
"El patio de Pelegrín es como una casa grande, la casa de todos los niños que vivimos en Puerta de Golpe -dicen unos-, es lo mejor que ha podido pasar y lo mejor que hay en este pueblo -agregan otros-. Ha sido en los efectos culturales lo más importante que nos pudo haber pasado", -aseguran muchos-.
Desde su creación en los umbrales del nuevo siglo exhibió tres líneas fundamentales que superaron las expectativas del abuelo Eliseo: la cultural, la productiva y la medioambiental.
El efecto cautivador del Patio tiene incidencia no solo en el aspecto cultural de los niños y la enseñanza del cuidado del medio ambiente, sino además, en lo psicológico y lo educativo. Acerca de estos beneficios algunos padres dan su testimonio.
"Comenzó en mayo, hace tres meses, era un niño superhiperactivo, en la escuela no se sentaba y empezó a inclinarse por el dibujo ya en primer grado y está hoy de lo más tranquilo, eso me lo ha calmado de una manera increíble".
"Yo puedo decir que mi hijo es otro desde que está en el proyecto hace cinco meses para acá, es más responsable en la escuela y en la casa. En ocasiones lo he escuchado decirles a sus amiguitos que los pájaros deben estar libres, que no se debe echar basura a los ríos, que hay que cuidar de las plantas, todo eso lo ha aprendido aquí. Cuando anuncian un ciclón su primera frase es, qué pasará con mi patio, pobre Mayito."
Los miedos por la destrucción del patio ante depredadores naturales como tormentas y ciclones, asaltan a todos en Puerta de Golpe, incluso a Mario Pelegrín. Solo que para él, el miedo se aplaca con la certeza de que allí hay un guardián permanente con el pecho de frente al peligro, el abuelo Eliseo, un hombre que no se deja vencer tan fácilmente, mucho menos por el mayor de sus sueños.
Ahora hay muchos pequeños continuadores de los sueños, nuevos Mayito, pero en la época de realización de sueños de los niños cubanos, en la Cuba revolucionaria.
A ellos, el amor al arte y a la naturaleza les nace dentro, el proyecto les inspiró el deseo de llegar a las estrellas. La originalidad y buen gusto lo heredaron del mayor de los maestros del patio: Mario Pelegrín, quien intenta hacer de cada niño, un artista nuevo.
El proyecto ha recibido varios premios en más de una década de existencia, aunque para Mario, el mayor de ellos es palpar el crecimiento espiritual de los niños.
La comunidad Puerta de Golpe tiene un atributo especial que la hace hoy merecedora de un nombre más allá de los horizontes de nuestro país; el proyecto es el sueño hecho realidad que deslumbra a los niños de cualquier parte del mundo.
Ya en Puerta de Golpe los latifundistas no deciden acerca del futuro de sus habitantes; en Cuba, los niños piensan, pintan, leen, cuidan la naturaleza, como lo hacen los del Patio de Pelegrín.

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