Discurso
del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central
del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de
Ministros, al concluir la firma de acuerdos entre Cuba y México, en Mérida,
Yucatán, el 6 de noviembre de 2015.
Estimado
presidente Enrique Peña Nieto;
Distinguidos
Secretario de Estado y autoridades del municipio de Mérida y del estado de
Yucatán;
Representantes
de los medios de comunicación;
Hermanas
y hermanos mexicanos:
Me
siento muy honrado con esta visita, que con tanta dedicación han preparado las
autoridades de este hermano país.
Como todos sabemos, entre México y Cuba existe una relación especial, basada no
solo en la vecindad geográfica, sino también en las tradiciones comunes de
lucha, en los estrechos vínculos culturales y familiares, así como en
sentimientos mutuos de amistad y solidaridad a toda prueba. Esos lazos son
particularmente fuertes con esta hermosa península de Yucatán, donde resulta
difícil distinguir si estamos en México o en Cuba.
Nuestro
Héroe Nacional, José Martí, quien vivió y trabajó en México durante la
preparación de la que llamó “la guerra necesaria” contra el colonialismo
español, escribió en 1892: “México es tierra que todos los cubanos debemos amar
como la nuestra”.
Como
Martí, numerosos patriotas cubanos encontraron refugio y apoyo en México desde
los albores de la lucha por nuestra independencia. El poeta José María Heredia
en la primera mitad del siglo XIX vivió en Toluca y murió en la Ciudad de
México. El líder estudiantil y dirigente comunista Julio Antonio Mella vivió
asilado aquí, donde fue asesinado por sicarios enviados por la tiranía de turno
en Cuba.
En
1955, Fidel Castro y otros jóvenes recibimos asilo y abrigo por parte de muchos
mexicanos, y a bordo del yate Granma zarpamos de Tuxpan, Veracruz, el 25 de
noviembre de 1956, para continuar la lucha por la independencia y libertad
definitivas de nuestra patria.
A
los pocos meses después del triunfo de la Revolución, uno de los primeros y más
distinguidos visitantes a suelo cubano fue el general Lázaro Cárdenas, quien
como se conoce manifestó su deseo de estar junto a nuestro pueblo, a raíz de la
invasión mercenaria por Playa Girón en 1961.
Tampoco
olvidaremos nunca que México fue el único país latinoamericano que no rompió
relaciones con Cuba cuando todos los demás gobiernos lo hicieron, presionados
por los Estados Unidos, en un momento especialmente crítico para nuestra
Revolución y nuestro país.
La
incorporación de Cuba a la Cumbre de las Américas de Panamá, el
restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos y el reciente
reclamo prácticamente unánime en la Asamblea General de las Naciones Unidas del
cese del injusto, ilegal e inmoral bloqueo impuesto a nuestro país, son también
victorias de la solidaridad mundial y especialmente latinoamericana y caribeña,
en la que México ha desempeñado un papel destacado.
Con
el relanzamiento emprendido por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto,
los vínculos entre ambos países se renuevan y fortalecen, no solo en el ámbito
político-diplomático, sino también en el cultural, económico-comercial y de
cooperación científico-técnica.
Ejemplo
de ello fue la visita de estado del presidente Peña Nieto a Cuba en enero de
2014, que hoy tengo el honor de reciprocar, así como los intercambios de
visitas entre nuestros cancilleres y otros ministros cubanos y secretarios de
Estado mexicanos, y la firma de ocho importantes acuerdos el 1º de noviembre de
2013 y de cinco más en el día de hoy, explicado por el presidente Peña Nieto,
que refuerzan el marco jurídico de la relación bilateral y reflejan la firme
voluntad política de ambas partes de continuar avanzando y profundizar la
cooperación en diversas esferas de mutuo interés, en beneficio de nuestros
pueblos.
Nos
complace, además, el interés de las empresas mexicanas en hacer negocios e
invertir en Cuba, especialmente en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel y
en sectores como la agricultura y el turismo. La experiencia mexicana en estos
campos es reconocida y constituye un apoyo importante al proceso de
actualización del modelo económico que estamos llevando adelante.
Cooperamos
no solo en beneficio de nuestros respectivos pueblos, sino también a favor de
la integración latinoamericana y caribeña, justa y solidaria, sin la cual no
será posible consolidar la independencia, alcanzar el desarrollo económico y
social sostenible y enfrentar exitosamente los grandes retos que nos plantea el
orden mundial injusto, expoliador y depredador de la naturaleza en que vivimos.
En
la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Asociación de
Estados del Caribe, México y Cuba continuaremos trabajando conjuntamente para
fortalecer la unidad e impulsar el proceso de integración regional.
Esta
visita ha servido también para reiterar ese compromiso, incluyendo nuestro
deber de preservar a América Latina y el Caribe como Zona de Paz, tal como
proclamamos con nuestras firmas los Jefes de Estado y de Gobierno en la II
Cumbre de la CELAC, celebrada en La Habana, en enero de 2014.
En
nombre de nuestro pueblo y gobierno, agradezco la cálida acogida que me han
dispensado las autoridades mexicanas, en especial el presidente Peña Nieto, así
como las autoridades y el pueblo hermano de Mérida y del estado de Yucatán.
¡Que
viva siempre la indestructible hermandad entre los pueblos de Cuba y México!
Muchas
gracias (Aplausos).
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