Sólo
seis meses después del canje de espías que está en el centro de la más reciente
película de Steven Spielberg, El puente de los espías, James B. Donovan,
el abogado de Nueva York que negoció el intercambio en la vida real, se sentó
en La Habana con Fidel Castro para discutir la liberación de los prisioneros
capturados después de la desastrosa invasión por Playa Girón, recuerda The New York Times en su edición de este jueves
adelantada en la web.
La
película de Spielberg cuenta cómo Donovan fue reclutado por la CIA para
negociar con la KGB la liberación de un piloto de un avión espía estadounidense
derribado en la URSS.
A
partir de otoño de 1962, Donovan (interpretado por Tom Hanks en la película)
con frecuencia viajó a la Isla para las negociaciones que continuaron tras la
llamada Crisis de Octubre. De acuerdo con un informe del Senado, la CIA trató de utilizar
a Donovan como asesino involuntario por entregar, como regalo, un traje de buzo
envenenado al líder cubano Fidel Castro.
El
traje nunca fue entregado. La hija de Donovan, Mary Ellen Donovan Fuller, de 66
años, dijo al diario que su padre (quién murió en 1970, a los 53 años) había
comentado: “Estoy en el negocio del canje, no del asesinato”. Fidel Castro
ridiculizó el plan: “Yo nunca me habría puesto un traje de neopreno en este
clima tan caliente”, señaló.
De
acuerdo con The New York Times, Donovan viajó una docena de veces a la Isla y
en ocasiones llevó a su hijo de 18 años de edad, John, con la esperanza de
congraciarse con Fidel, quien también tenía un hijo adolescente. Fidel los
acompañó en viaje por carretera que incluyó una visita a un criadero de
cocodrilos, a una zona de pesca en Playa Girón y les dedicó mucho tiempo, en el
que les habló de los logros de la Revolución.
“Tanto
mi padre como Castro eran en realidad grandes conversadores”, dijo John
Donovan, ahora de 71 años, en una entrevista telefónica con el Times.
Al
final de las negociaciones, como indica la película El puente de los
espías en los créditos finales, Donovan negoció la liberación de 1 100
presos (y el permiso para que 9 700 de sus familiares y otras personas
abandonaran Cuba) a cambio de 53 millones de dólares en alimentos -entre ellos,
un gran cargamento de compotas- y medicamentos de Estados Unidos.
De
acuerdo con los documentos de la CIA, Donovan y Fidel conversaron sobre la
posibilidad de restablecer los lazos con Washington. Ante una pregunta del
líder cubano de cómo podría avanzarse en ello, Donovan reaccionó: ”¿Sabe
cómo los puercoespines hacen el amor? Con mucho cuidado”.
Unos
meses después del último viaje de Donovan a Cuba, el presidente John F. Kennedy
envió un emisario en una visita de buena voluntad a La Habana para reunirse con
Fidel. Pero el progreso en la restauración de los lazos se extravió en la
vorágine de un acontecimiento abrumador: la reunión que tuvo lugar el 22 de
noviembre de 1963, fue interrumpida por una llamada telefónica a Fidel con
noticias urgentes. El Presidente de los Estados Unidos había sido asesinado en
Dallas.
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