Dice
el vocero de la Casa Blanca que el envío de un misil a Cuba
“es un asunto que la Administración (estadounidense) se toma muy, muy en serio.
Creo que por razones más que obvias”. En realidad es algo que deberíamos tomar
todos en serio.
Este
“pequeño” error revela una realidad mucho más peligrosa: las
compañías aéreas comerciales están trasladando armamento sofisticado en los
mismos vuelos que utilizan para transportar inocentes turistas que
intentan pasar unasvacaciones tranquilas.
Cuando
subimos hoy a un avión debemos pasar nosotros un arco de tensión, por rayos X
nuestro maletín de mano, separar la laptop del resto, sacarnos el abrigo y
hasta los zapatos para que comprueben que no pretendemos subir explosivos u
otras sustancias peligrosas.
Sin
embargo, un “despistado” puede subir a mi avión un misil estadounidense
de guerra sin que ninguno de los controles lo detecte. Es decir que estamos
viajando con bombas en la bodega de la nave y al parecer nadie lo percibe como
un problema de seguridad.
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