¿Cuáles
serán los derroteros de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en 2016?
¿Cuánto se ha avanzado? ¿Qué temas estarán capitalizando la agenda entre los
dos países? Sobre todo ello conversamos con Josefina Vidal Ferreiro, directora
general de EE.UU. de la Cancillería…
Por
Jorge Legañoa Alonso
Desde
que fuera a estudiar a la Unión Soviética en 1979 la vida de Josefina Vidal
Ferreiro ha estado estrechamente ligada a la cultura, la lengua y al acontecer
político y académico de Estados Unidos.Jorge Legañoa
Alonso
Habla
sin exaltarse, aunque diga las cosas más duras. Explica de forma comprensible
los temas más complejos. Sus habilidades comunicativas deben haberle servido de
mucho en la labor de comandar los diálogos con representantes del gobierno de
Washington durante el último año, primero para el restablecimiento de
relaciones diplomáticas y luego en el camino hacia la normalización de vínculos
con nuestro país.
En
busca de respuestas llegó la Agencia Cubana de Noticias (ACN) hasta su oficina
en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
–A
poco más de año del 17 de diciembre de 2014, ¿continúa siendo optimista?
–Sigo
trabajando con una alta dosis de impulso y de optimismo, pero comienza a
incidir sobre mí cierta cuota de realismo porque viene un proceso electoral en
Estados Unidos; no sabemos qué va a pasar.
“Queda
un año para trabajar con esta administración y del lado de Cuba hay voluntad de
seguir avanzando y vemos posibilidades de hacerlo. Pero es un año que se acorta
por la campaña electoral; políticamente hablando llega hasta el verano”.
“Hay
variables fuera de nuestro control, pero continuaremos con la convicción de que
Cuba y Estados Unidos no tienen otro destino que una convivencia respetuosa,
pues, la vida lo ha demostrado, la confrontación no beneficia a nadie”.
–¿Podría
ser reversible el proceso?
–He
leído con interés a académicos e intelectuales, incluso miembros del Congreso
de Estados Unidos, quienes categóricamente afirman que el proceso es
irreversible. No sería tan absoluta. Hay aspectos que lo son.
“No
imagino a un nuevo presidente, sea quien sea, diciendo que romperá relaciones
con Cuba y cierre su embajada. Hay otros temas en los que podrían retroceder,
como la cooperación en distintas áreas, derogar algunos de los instrumentos
adoptados por decisión ejecutiva o por la vía de la inacción vaciarlos de su
propósito”.
“En
la medida en que Obama de pasos acelerados en el área económico-comercial
estará asegurando, si bien no totalmente, la irreversibilidad, porque en ese
país los negocios son una de las esencias del funcionamiento del sistema”.
–Hace
un momento hablaba de una convivencia respetuosa, ¿cómo lograrla y cuáles
serían los principales desafíos para Cuba?
–El
General de Ejército Raúl Castro acuñó la frase: convivencia civilizada sobre
bases de respeto a las diferencias. Esa ha sido una tarea pendiente. Cuba nunca
ha tenido con Estados Unidos una relación civilizada y como la queremos:
respetuosa y de igual a igual.
“Por
eso siempre lo digo, estamos construyendo un nuevo tipo de relación, en un
camino no recorrido antes, el cual ofrece oportunidades de trabajo conjunto en
temas que nos afectan por igual, pero a su vez tiene retos, porque venimos de
una etapa de una confrontación realmente muy dura”.
–Dentro
de esa relación conflictual ha habido cooperación. Recuerdo el terremoto de
Haití en 2010 o la lucha contra el ébola en África occidental en 2014.
– Y
antes también. Lo que pasa es que no estaba acompañada de la voluntad política
de cooperar en toda la amplitud del término. Por ejemplo, tenemos relaciones
con el Servicio de Guardacostas estadounidense desde los años ’90. En aquel
momento estaba centrada en el tema de la emigración ilegal.
“Con
el tiempo nos percatamos de que había que ir un poco más allá, porque estamos
muy cerca y se pueden producir accidentes marítimos, e incluimos la búsqueda y
salvamento. Ellos se dieron cuenta de que era importante cooperar en el tema
del combate al narcotráfico, al menos en materia de interdicción, competencia
del Servicio de Guardacostas. Pero no había un instrumento jurídico normativo
de obligaciones para las partes, aún pendiente”.
“Una
vez restablecidas las relaciones diplomáticas estamos yendo a la concertación
de instrumentos para diseñar marcos formales de cooperación. En el área del
medio ambiente ya adoptamos una declaración conjunta general; ahora hay que
irla adecuando. Lo mismo buscamos en cuanto a la lucha contra las drogas, pues
hemos intercambiado distintos borradores para llegar a un arreglo”.
“A
principios de este año pretendemos haya reuniones a un alto nivel entre el
Ministerio de Salud Pública de Cuba y el Departamento de Salud y Recursos
Humanos de Estados Unidos, para concretar acciones de cooperación sobre la base
de los intereses identificados”.
–Sin
embargo, eso último entra en contradicción con el Programa de Parole para
Profesionales Médicos Cubanos.
–Y
ellos lo saben. Se lo reiteramos permanentemente. No solo entra en
contradicción con ese aspecto específico de cooperación, sino con todo el clima
bilateral que supuestamente el gobierno de Estados Unidos está interesado en
fomentar con Cuba.
–Ese programa –como la política pies secos-pies mojados– podría cambiarlo el presidente Obama, porque no son leyes.
–Ese programa –como la política pies secos-pies mojados– podría cambiarlo el presidente Obama, porque no son leyes.
–Es
una política, un programa. Podrían sacar una comunicación diciendo que terminó.
En medio del contexto actual no se sostiene el Programa de Parole, como sucede
con la política de pies secos-pies mojados, que no solo sigue estimulando la
emigración ilegal sino incentivando la emigración irregular, porque la mayoría
de las personas que están tratando de llegar a sus fronteras han salido
legalmente de la Isla.
“Y
más allá de la política de pies secos-pies mojados, está la Ley de Ajuste
Cubano. Aunque corresponde al Congreso derogarla, lo que esa legislación
estipula es que el Fiscal General tiene poder discrecional para ajustar el
estatus de ciudadanos cubanos que puedan encontrarse en una situación
irregular”.
“No
dice que es obligatorio, dice que la agencia ejecutora de la ley, en este caso
el Departamento de Justicia, decide discrecionalmente si le ajusta el estatus o
no a una persona o si la devuelve a su país de origen. Por tanto, el gobierno
tiene la posibilidad de implementarla tal y como dice el texto”.
“Se
resolvería un gran problema si se deroga. Homogeneizarían su propia política
migratoria, eliminarían un incentivo a la emigración ilegal y asestarían un
golpe al tráfico de personas. Hay contrabandistas que se han estado
beneficiando, y en ocasiones sometiendo a los conciudadanos nuestros a
atrocidades porque los extorsionan, los maltratan, abusan a veces de las
mujeres. Es una situación muy lamentable”.
–El
tema de temas: el bloqueo, que atraviesa toda la relación. Obama introdujo
medidas en enero y en septiembre. ¿Cuánto más puede hacer para dejarlo como un
cascarón vacío?
–
Muchísimo. Es verdad que es un año electoral, pero los pasos que Obama ha dado
desde el 17 de diciembre del 2014 apenas han tenido costo político para él. Con
excepción, como dice el senador estadounidense Jeff Flake, de pequeños focos de
resistencia, en la mayoría de los sectores de la sociedad norteamericana han
tenido una aceptación abrumadoramente favorable.
“Incluso
hay republicanos conservadores que en su fuero interno están a favor de la
apertura hacia Cuba porque están mirando intereses económicos, pero no lo
expresan debido a que es una política de Obama y son opuestos a cualquier cosa
que él haga”.
“El
presidente tiene espacio para maniobrar y le conviene dar otros pasos, porque
el alcance de las medidas tomadas hasta ahora es limitado. Son positivas, pero
se quedan muy por debajo. Ni siquiera han resuelto obstáculos que allanarían la
implementación de las que están en vigor”.
“Según
las nuevas medidas Cuba puede comprar, adquirir determinados tipos de insumos,
equipos, materiales en Estados Unidos. ¿Cómo, si todavía de acuerdo con las
regulaciones vigentes está prohibido el acceso a créditos privados? ¿Cómo vamos
a comprar, en efectivo, por adelantado? Nadie comercia así”.
“Otro
tema es el uso del dólar. Se supone que si hubiera una transacción bancaria
directa entre los dos países se usara el dólar para las operaciones
autorizadas”.
“Cualquier
medida de desmantelamiento del bloqueo va a beneficiarnos, por eso es nuestro
caballo de batalla permanente, porque es un obstáculo en todos nuestros planes
de desarrollo”.
–¿Qué
podría pasar en 2016? En el caso de la Comisión Bilateral, ¿qué otras acciones
o acuerdos es sensato esperar?
–
Tenemos temas de seguimiento como el acuerdo para los vuelos regulares
directos, que se adoptó ad referéndum y ahora hay que cotejar los textos, las
traducciones y cuando se concluya firmar ese acuerdo. Después las aerolíneas
estadounidenses deberán establecer contratos con Cubana de Aviación, el
Instituto de Aeronáutica Civil.
“Es
una tarea compleja pues lleva mucho tecnicismo y en Estados Unidos hay que
cumplir varios pasos, licitaciones, porque hay muchas aerolíneas y todas tienen
igualdad de derechos en cuanto a porciones del mercado. No existe una fecha
exacta para el inicio de esos vuelos pero algunos voceros de las aerolíneas han
dicho que pudiéramos estar hablando de mediados de 2016”.
“Otro
de los resultados va a ser el inicio de los vuelos para la transportación del
correo postal. Ya acordamos el plan piloto para el restablecimiento de ese
servicio pero estamos todavía trabajando en los detalles logísticos”.
“Es
nuestro propósito igualmente acordar este año un instrumento para formalizar la
cooperación en el enfrentamiento al narcotráfico. Debemos continuar el diálogo
de aplicación de la ley iniciado en Washington y que deberá particularizarse en
áreas específicas y decidir qué vamos a hacer en materia de terrorismo, en el
combate a la trata de personas, el fraude migratorio y en asistencia judicial”.
“Continuaremos
las conversaciones sobre las compensaciones, un tema complejo que tomará tiempo
por todo lo pendiente de resolver, porque no hay una receta. Cuando se miran
las experiencias de otros países, se han resuelto de maneras distintas, con las
particularidades de cada caso”.
LA
CRÓNICA: CHICA, ¿Y TÚ QUIÉN ERES?
Josefina
es una cubana sencilla, pero elegante y coqueta, quien al ver la cámara
fotográfica enseguida puso “stop” a la entrevista y sacó de su cartera un
peine, el “vánite” y el creyón de labios; detrás de su escritorio en pequeños
portarretratos aparece con Fidel, Raúl, Los Cinco Héroes, y el propio Barack
Obama.
Le
pregunté por la expresión risueña del mandatario norteamericano mientras se
saludan; sonrió y contó que bromearon sobre la edad, pues nacieron el mismo
año, y él le habló sobre las abundantes canas que le han salido desde que llegó
a la Casa Blanca en enero de 2009.
Vidal
confiesa que el tiempo no le sobra, este año cumplirá una década al frente de
la Dirección General de Estados Unidos del MINREX: “dos mandatos”, bromea.
Aunque
el objetivo era conversar sobre las relaciones, compartió algunas anécdotas e
incluso confesó es un desafío cada vez que se enfrenta a la prensa:
–Cuando
viene algún estadounidense le cuento del humor con que los cubanos han asumido
esta nueva etapa, como el programa de la televisión en el que Pánfilo habló de
la vecina Josefina; o un personaje gritándole a otro en el teatro: “Roberta,
Josefina, acábense de poner de acuerdo”.
“Un
día fui a la farmacia de mi barrio y un muchacho joven se bajó de su bicicleta
y entró al local; yo con mi pelo recogido, unas sandalias, en fin, la ropa de
estar en casa. Me miró y me dijo: ‘Usted es la subsecretaria’. Y yo muerta de
la risa: ‘No, la subsecretaria es la otra’. Él sabía que me conocía pero estaba
confundido, pensaba que yo era Roberta Jacobson, hasta que lo cogí del brazo y
le dije: ‘Sí, soy yo’, y atrás vino la novia a saludarme y la farmacéutica que
me estaba llenando el tarjetón de las pastillas subió la vista y me dijo:
Chica, ¿y tú quién eres?”
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