El
24.5 % de los niños de menos de cinco años de Estados Unidos vive bajo el
umbral de la pobreza, la cifra más alta de las últimas dos décadas, según un
informe publicado hace días.
La
situación es aún peor cuando se analiza según la etnia a la que pertenecen los
niños, puesto que la cifra se dispara al 35,3 % entre los menores de cinco años
pertenecientes a la comunidad hispana y al 42,4 % en el caso de los
afroamericanos.
El
informe fue presentado hoy conjuntamente por la organización pro-infancia First
Focus y la ONG Save the Children, en un acto en el que intervinieron los
responsables de ambas entidades, además de políticos y la popular actriz
Jennifer Garner.
“Nosotros,
la nación más rica del mundo, no estamos cumpliendo con nuestras obligaciones
con el futuro”, criticó la actriz de Hollywood y protagonista de la serie
Alias, que es madre de tres hijos.
Garner,
como el resto de ponentes, aprovechó la ocasión para pedir que la
administración pública destine más recursos al bienestar y formación de los más
pequeños, puesto que, a su juicio, sólo “una mayor inversión en la infancia
podrá permitir romper con los ciclos de pobreza intergeneracional”.
Asimismo,
el presidente de First Focus, Bruce Lesley, indicó en su intervención que “La
situación por la que pasa la infancia en EE.UU. no es nada fácil y los
ciudadanos somos conscientes de ello”, y apoyó su afirmación en una encuesta
que refleja que el 63 % de los estadounidenses opinan que el Gobierno federal
debería invertir más en la infancia.
“Incluso
los miembros del Tea Party, partidarios de la mínima intervención del Estado en
la vida de los ciudadanos y defensores de una rígida austeridad en el gasto
público, están de acuerdo en que es necesario que el Gobierno invierta en
nuestros jóvenes”, destacó.
El
informe, que lleva por título “Americas Report Card 2012: Children in the U.S.”
señala, además de la inseguridad económica, el trato que la justicia da a los
menores pertenecientes a minorías étnicas y las deportaciones de padres de
jóvenes ciudadanos estadounidenses como principales motivos de preocupación.
En
este sentido, se calcula que hasta 5.900 menores de 18 años fueron encarcelados
en prisiones para adultos en 2010 o que entre enero y junio del año pasado se
deportó a 46.486 personas cuyos hijos eran poseedores de la ciudadanía
estadounidense.
Desde
las organizaciones pro-infancia se propone que se fije un objetivo federal de
reducción de la pobreza infantil a nivel nacional, algo que, por ejemplo, hizo
el Reino Unido durante las últimas administraciones laboristas y con lo que
cosechó “muy buenos resultados”.
En
cualquier caso, el presidente que salga elegido en los comicios del próximo 6
de noviembre deberá lidiar con una situación que se ceba especialmente con los
más frágiles, ya que el 24,5 % de pobreza entre los menores de 5 años se reduce
hasta el 21,9 % en los menores de 18 y hasta el 9 % entre la población adulta.
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